San Finbarr nació en Connaught alrededor del año 550. Era hijo de un artesano, Amergin, y de una dama de la corte real irlandesa. Fue bautizado como Lochan y se educó en Kilmacahil, Kilkenny, donde los monjes lo llamaron Fionbarr (cabeza blanca) debido a su cabello claro. Fue en peregrinación a Roma con algunos monjes y, a la vuelta, visitó a San David en Gales.

Evangelizó Gowran, Coolcashin y Aghaboe y fundó una escuela en Eirce. Se nos dice que predicó en Escocia antes de llegar al sur de Irlanda, donde vivió como ermitaño en una pequeña isla, en una ermita de Gougane Barra, donde recientemente se ha erigido en su honor una hermosa réplica de la capilla de Cormac. La ermita es uno de los monumentos mejor conservados de la diócesis. Los muros todavía se mantienen en pie y tienen 14 pies de espesor. Hay ocho celdas, cada una de 7 pies de ancho por 10 pies de profundidad. El patio tiene 50 pies cuadrados.

En otra visita a Roma, el Papa quiso consagrar a Finbarr como obispo, pero, debido a una visión, éste se negó y le dijo que Dios se había reservado ese honor. Supuestamente, Finbarr fue consagrado desde el cielo y regresó a Irlanda.

En el año 606, Finbarr fundó un monasterio cerca del río Lee. Su monasterio se hizo famoso en el sur de Irlanda y atrajo a muchos discípulos. Con el tiempo, la ciudad de Cork creció alrededor del monasterio de Finbarr. Con el paso de los años, la zona se volvió tan próspera que atrajo la atención de los piratas vikingos, que asaltaron y quemaron la ciudad incipiente, pero regresaron años después para establecerse allí y comerciar.

A San Finbarr se le atribuyen muchos milagros extravagantes. Según la leyenda, una vez dio una bendición tan poderosa que su mano adquirió un resplandor visible que le obligó a llevar un guante el resto de su vida.

Finbarr murió en Cloyne el 25 de septiembre de 623. Dicen que cuando murió, el sol no se puso durante dos semanas. Su cuerpo fue llevado a Cork, donde fue enterrado en la catedral que él mismo construyó y permaneció allí hasta 1089, cuando la ciudad fue asaltada y saqueada y sus reliquias fueron sustraídas sacrílegamente. Se le considera el primer obispo de Cork.

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Guía de viajes del New York Times: Catedral de San Finbar

Turista virtual – Catedral de San Finbar – Consejos y fotografías de la Catedral de San Finbar publicadas por viajeros reales y habitantes de Cork (y sí, los habitantes de Cork la escriben con una sola "r"... a veces se verá como Fin Barre)

Himno a San Finbarr: una canción un tanto irónica compuesta en un esfuerzo por otorgar al santo patrón de Cork algo del estatus de héroe popular mítico que generalmente se le otorga a San Patricio. Finbarr es representado como el hombre de Cork por excelencia: un deportista consumado, aficionado a la bebida, que llega a la cima de su profesión y tiene un apego desmesurado a su condado natal.